Con la lectura de The Waste Land, de Eliot, el rock cultivó un follaje tupido y diverso con aquella tierra baldía como fondo omnipresente.



Con la lectura de The Waste Land, de Eliot, el rock cultivó un follaje tupido y diverso con aquella tierra baldía como fondo omnipresente.
Annie Lennox asumió en su álbum navideño la admiración profunda que siente por los cantos longevos y los valores musicales fundamentales.
La pintura que hizó Don Van Vliet lo ubicó sobre la ruta de los seguidores de la escuela Die Brücke, tendencia artística del expresionismo.
Enviar una postal era festejar con cariño el recuerdo de alguien, un acto de melancolía pura. Un algo poético para ralentizar el tiempo.
Unir a la gente del mundo con la ayuda de la música. Ésa podría ser la definición del trabajo de Peter Gabriel con la compañía Real World.
Wim Mertens ha evolucionado constantemente hacia apuestas musicales que, bajo sus principios básicos, significan nuevas formas de expresión.
Con The Last Poets, la poesía sería un arma para sus ideas políticas. Y sus textos rimados envueltos por el funk, jazz y ritmos africanos.
I, Robot es una meditación científico-literaria de Isaac Asimov, un libro canónico y hoy una urgencia social a 100 años de su nacimiento.
Kraftwerk creó hace 50 años un género nuevo, con un pop electrónico, intrigante e inteligente, tan revolucionario como una sinfonía cósmica.
The Father of the Bride es un álbum vivo que flirtea con la hipermodernidad y la madurez, y sin remilgos se regodea ante su propia magia.