SONIC YOUTH
CONTEXTUALIZACIÓN Y OÍDO
por SERGIO MONSALVO C.
No hay movimiento sin banda sonora. Es decir, ninguna corriente sociopolítica, ninguna acción cultural, ningún levantamiento de voz en el ámbito que sea tendrá significancia o trascendencia si no es acompañado, envuelto y avalado por una música característica.
Toda época histórica, todo ísmo artístico, se apoya en las notas que abstraen sus ideas y lo divulgan con cantos y composiciones que lo definen en el oído.
El contextualismo es una tendencia de vanguardia que surgió con los años ochenta del siglo XX y que buscó, desde el inicio, la integración de nuevos conceptos dentro de un ámbito tredicional ya prestablecido.
Es un movimiento cultural que abarca desde la arquitectura hasta la escultura urbanita, pasando por la plástica, el arte digital, video, cine y literatura. Es un movimiento que cuenta la novedad en función del lenguaje.
La música ha participado de todo ello con muchos ejemplos a través de las últimas décadas. Uno de sus estilos más representativos es el noise rock, que tiene al grupo Sonic Youth como uno de sus máximos exponentes.
Dicha banda sostiene su preponderancia con la participación estética de la ciencia del sonido, la cual ha desarrollado de manera notable con una mezcla de géneros, tecnología y tradición. La tradición del contexto que le ha dado origen: la ciudad de Nueva York.
El noise es un género derivado de la música experimental que utiliza sonoridades compuestas por elementos musicales heterodoxos, y carece de estructuras como la armonía y el ritmo.
A ello se incorporan todo tipo de elementos no musicales con un volumen fuerte y/o disonante, ruidoso. El noise rock, subdivisión de aquél, suma a su vez elementos del punk y el metal a las calidades abrasivas del noise puro.
El noise rock, emparentado con el no wave, el avant-garde y el progresivo, es descendiente directo del art rock, un género que comenzó sus andares y tradición en los subterráneos de la ciudad de Nueva York.
El primer paso con el grupo Velvet Underground (y el álbum White Light/White Heat) y reafirmó su identidad con Metal Machine Music, el disco como solista de unos de sus integrantes: Lou Reed, entre otros referentes.
John Cale, otro importante elemento del Velvet ha dicho lo siguiente del contexto en el que se materializó dicha música: “Fue una tradición extraña la que surgió en Nueva York. No estuvo basada en la adulación del pasado ni en la interacción con otros hacedores, sino más bien al contrario. El progreso se dio por medio del rechazo. La originalidad de esta propuesta aderezada con la autocrítica despiadada, que distingue la vida de esta ciudad, mantuvo vivo el fuego y lo continuará en el futuro”.
El futuro profetizado por Cale continuó su desarrollo con Sonic Youth en las mismas calles neoyorquinas, en las mismas aulas de sus universidades y escuelas de arte, en el mismo rechazo al mainstream.
Sonic Youth nació como descendiente de aquel underground sesentero y como hijo putativo del punk, pero solo en la actitud, ya que en cuestión de sonido no admitió comparación con nada.
Su música como la de sus antecesores, sacudió los cimientos de la escena de manera irreversible.
El fundamento contextualista de esta agrupación neoyorquina se basó en la creación de ambientes aparentemente caóticos, pero controlados en lo absoluto por sus habilidades como instrumentistas.
En sus conciertos se dejan llevar por la imaginación y usan desarmadores, alicates, el rasgueo de las cuerdas con materiales diversos, utilizan hasta veinte guitarras con distintas afinaciones.
Todo es necesario en dicho concepto. De esta manera han dado cátedra durante tres décadas.
Cuando la mayoría de los grupos se queda sin nada qué decir o se disuelven por las ansias megalómanas de sus integrantes, en Sonic Youth sucede lo contrario. No han perdido la frescura porque su éxito artístico no se basa en una innovación puntual, sino en la experimentación constante y las tensiones internas entre sus miembros son inexistentes: todos tienen uno o varios grupos paralelos y actividades dentro de otras disciplinas.
Las funciones están repartidas: Kim Gordon lleva el peso del apartado intelectual, mientras Lee Renaldo, Thurston Moore y Steve Jay Shelley lo hacen con el complejo aparataje musical.
De esta manera a lo largo de su desarrollo y evolución Sonic Youth ha encantado y sorprendido, ha ensordecido y musicado, divertido y polemizado a una audiencia que ha visto cómo a lo largo de los años muchas agrupaciones se han alimentado de sus inventivas, como el noise pop, por mencionar alguna.
El noise pop es un estilo musical ubicado dentro del rock alternativo o indie que se caracteriza por el uso que hacen los grupos inscritos en él de la guitarra eléctrica, incorporando ingredientes del experimentalismo, el post punk, el no wave y el noise.
Esto se evidencia en la materialización de sus distorsiones, en las afinaciones disonantes, en los acoples, en el feedback y otros efectos sonoros generados por las guitarras eléctricas.
Las bandas enlistadas en dicho estilo también se caracterican por emplear una contundente base rítmica heredada del punk y del hard y por la utilización selectiva de melodías inspiradas en el pop clásico y en el arcón de la new wave.
El grupo que dio origen a todo ello, el que puso las pautas, fue Sonic Youth con sus afinaciones originales y hasta entonces nunca empleadas en el rock. Su enfoque conceptual y bases arty, ejercieron y ejercen una influencia que continúa contextualizándose.
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