715. 1974 (Obras que cumplen cincuenta)
En aquel año, que comenzó en martes y fue llamado del Tigre por el horóscopo chino, en el horizonte musical aparecerían varios nuevos grupos que con el andar del tiempo igualmente aumentarían los acervos del rock con nuevos subgéneros, el punk y la New wave: se formarían los Ramones, Talking Heads y Blondie, y aparecerían, por otro lado, el histrionismo kitsch con Kiss y álbumes clásicos de David Bowie, Big Star, Rolling Stones, Lou Reed, Badfinger y Lynyrd Skynyrd.
Asimismo, con la aparición del disco Autobahn, del grupo alemán Kraftwerk, el rock se enriquecería y fortalecería su paso evolutivo. Era una pieza de incrustación cibernética que crearía una nueva rama para el género: el krautrock. Las máquinas y la computación habían llegado para quedarse.
En tal sentido, pero en otro campo, los científicos del Laboratorio de Inteligencia Artificial del MIT, habían diseñado un programa ajedrecístico, al que bautizaron como “¡MacHip!”. Era un programa diferente al poseer una característica sorprendente: era capaz de aprender. Es decir, acumulaba experiencia mejorando de esta forma su juego. El destacado jugador Bobby Fisher se ofreció para enfrentarse a “¡MacHip!”, pero la enorme suma que exigía por ello (25 millones de dólares), evitó que se produjera el enfrentamiento. Tras ello muchos pidieron la destrucción del programa, pero éste siguió desarrollándose.
DIAMOND DOGS
DAVID BOWIE
El año anterior anunció que se retiraba, pero luego explicó que se refería al personaje Ziggy Stardust. Volvió en 1974 y siguió facturando contundentes discos de rock. Aprendió muy pronto que en un medio como ese, la única posibilidad de sobrevivir era no dormirse en los laureles, buscar, y sorprender. Pero mientras efectuaba esa búsqueda, y a la par que intentaba acercar el rock a otras formas artísticas, nunca se olvidó de hacer canciones que el público pudiera recordar y que la historia no pudiera ignorar
Bowie creó Diamond Dogs como un acto de superación de sus modelos y de poder artístico. Para ello se instaló en los Olympic Studios, donde esculpió junto a Alan Parker en la guitarra, el bajo de Herbie Flowers, el piano de Mike Garson y la batería de Aysnsley Dunbar, himnos glam como el que da nombre al disco y “Rebel Rebel”. Un distópico álbum conceptual, donde el artista abduce a Orwell y evoca el futurismo de Burroughs. Cambió el guión de su personaje y eligió concienzudamente seguir siendo un misterio.
I’M THE COSMOS
BIG STAR
Fue un disco grabado en 1974 y editado hasta 1992. Chris Bell, líder de la banda desde su fundación, demostró su talento junto a Alex Chilton y pasó a la historia por su preciosista folk-rock, plasmado en temas como ‘Thirteen’. Solo estuvieron en activo tres años en su primera época (regresarían de 1993 a 2010). Bell grabó material en el que llevaba más allá todo lo aprendido para asentarse en el subgénero. Su pieza más emblemática fue “I am the cosmos”, versionada luego por Beck, Wilco, The Posies o The Jayhawks.
La historia del álbum tiene su trasfondo, pues, aunque grabó en los setenta, no vio la luz hasta catorce años después de que Bell se matara en un accidente de tráfico en 1978 a los 27 años. Un detalle que aporta un aura de leyenda a su obra. «Tuvo una carrera corta, pero le dio tiempo a dejar canciones sublimes, como ‘Hot Thing’», según el Billboard.
IT’S ONLY ROCK AND ROLL
THE ROLLING STONES
It’s Only Rock’n’Roll se grabó en 1974 en los estudios Musicland de Munich. El grupo volvió a tocar como fundido en sí mismo. Y la pieza del título les brindó el slogan para las siguientes décadas (para todo catálogo del género, para un ideario colectivo y como síntesis cultural). El álbum ofrece un trabajo bien hecho y definitivamente tiene sus momentos y carácter. La postura del tema principal sostiene todo el disco y un credo. Mick Taylor, a su vez, activó el freno de emergencia, tenía miedo del contexto del grupo. En diciembre de 1974 se fue, lo cual sorprendió mucho a todo el mundo.
En el devenir de su existencia los Stones habían colaborado de manera decisiva en convertir “una simple moda pasajera de no más de tres meses” —como calificó Frank Sinatra al rock and roll en sus inicios—, que al principio se consideraba fugaz y puberta, en una auténtica forma de arte, vida y cultura. Hoy, de cada nota de aquella canción se cuelgan 50 años de historia del rock, 50 largos, turbulentos y gloriosos años, porque es sólo rock and roll, pero nos gusta.
SALLY CAN’T DANCE
LOU REED
Siempre a la contra, Lou Reed trató su álbum de 1974 Sally Can’t Dance –su mayor éxito comercial– con absoluto desdén. Incluso habiendo alcanzado el puesto número 10 en la lista de álbumes del Billboard, en octubre de 1974, y disfrutando de una estancia de catorce semanas en el top 100. Su éxito sólo sirvió para amargarlo aún más ante la industria, su audiencia y prácticamente todas las demás facetas de la existencia.
Con músicos de sesión disponibles, incluido el ex bajista del Velvet, Doug Yule, los acompañantes de Alice Cooper, Dick Wagner y Richard Hunter, miembros de Average White Band, y Steve Katz en la mesa de mezclas, Reed plasmó todas aquellas sensaciones. Sally Can’t Dance sigue siendo una joya escondida y en gran parte olvidada. Es a la vez un disco juguetón, trágico, bullicioso, depresivo, sarcástico, venenoso y salvaje La evidencia de sus salvajes cambios de humor y modos de expresión está plasmada en los ocho tracks del álbum.
WISH YOU WERE HERE
BADFINGER
La banda galesa giraba en torno a Pete Ham, un tipo con una notable sensibilidad para componer bellas canciones. Tanto que Paul McCartney los firmó para el sello Apple Records, y fueron el primer lanzamiento de la compañía. Vinieron éxitos como “Come and Get It”, su primer hit. A ello le siguió “Without You”, un tema, que encumbró en versión de Harry Nilsson. Todo parecían buenas noticias para Badfinger, pero no: el dinero se quedaba su mafioso representante, además de hacer toda clase de triquiñuelas.
Wish you were here (1974) fue el último álbum de Badfinger en el que participó Pete Ham. Otro gran disco. Sin embargo, La Warner, harta de las trampas demandó al mánager y al grupo, al que les podría arrebatar sus casas y hacerles pagar una deuda ad infinitum. Pete Ham fue encontrado ahorcado en una de las habitaciones de su casa, por esas causas. A pesar de lo trágico de su historial, la vigencia de la música de Badfinger ha resultado muy poderosa a través de los años.
SECOND HELPING
LYNYRD SKYNYRD
Otro grupo exitoso, trágico y con un gran legado. Podría decirse que el Sur fue la primera región estadounidense que tuvo una identidad propia, definida por su paisaje, acento, literatura, música y gastronomía y, cimentando todo lo anterior, su historia: larga y romántica en ocasiones, brutal y cruenta en otras. Pero, sobre todo, la región está marcada por la música: ningún otro lugar del mundo tiene una banda sonora que haya condicionado tanto la historia de la música reciente. Lynyrd Skynyrd son un gran ejemplo de ello.
El grupo se había iniciado a mediados de los años sesenta bajo la directriz del guitarrista Gary Rossington, como un trío denominado Me, You and Him, pero fue hasta la incorporación como cantante de Ronnie Van Zant, cuando la máquina comenzó a carburar. Después de trasladarse a Atlanta, se consolidaría aquella intersección mágica entre blues, rock, country y soul sureño que en 1974 agrandó la leyenda con un segundo álbum, Second Helping, que se abría con el himno “Sweet Home Alabama”, además de las también clásicas: “Don’t Ask Me No Questions” y “Call Me The Breeze”.