689. All By Myselfie: Canto a la mismidad
Texto y fotos de Sergio Monsalvo C.
En el rock el selfie, como autorretrato ha estado presente desde su nacimiento (por otro medio, el musical), Fats Domino lo plasmó en “All By Myself” y desde entonces cada generación ha aportado lo suyo al respecto. Esta emisión tiene como soundtrack algunos ejemplos de ello (Bob Dylan, Gary Moore, Willy DeVille, White Stripes, Anathema, Nirvana, Radiohead), los cuales acompañan mis textos, que intentan matizarlo desde la más sibilina subjetividad.
INTRO
El autorretrato como selfie: MySelfie.
Una instantánea celular fortuita
Una gota de verdad con/sin humor.
¿Un manifiesto? ¿Una exaltación? Quizá.
En todo caso una declaración del yo multiplicado
por dos o por tres, por los que hagan falta.
I
¿Exabrupto de individualidad?
Puede. Es el lenguaje postal de hoy
(neo, pos, trans, ultra, hiper, etc.)
Imagen enviada a mí mismo, finalmente
¡Hola!¡Estoy aquí, así me veo at this moment, carnalito!
¿Me reconozco? ¿Me reconoces?
Who me? Yes, you!
¡Sí, tú el de ahí enfrente!
Un pequeño placer mi querido Narciso
Símbolo y autorreferencia
gozo instantáneo
eternamente fugaz
diferente
No es mirarse en el espejo
-tomándote tu tiempo-
como cuando te rasuras
No. Estás en pantalla luminosa, mi buen
creándote con pixeles sin crema ni navaja
siendo el yo que ya no eres
ni será
II
De repente detienes la mirada
Algo hay ahí
haces un clic mental
(o lo presientes en la yema del dedo
que nunca se preguntó nada
antes de aplicarse a ello)
Un clic con mucho descaro
porque sabe que tras su ligero (ligerísimo) toque
el eco se habrá difuminado
al mismo tris de su acto
Jamás pretendió impresionar con él
sólo evocar con su impulso
capturar a ese quién
in fraganti
en un dónde escaso del cómo
alejado de alguna trascendencia
o atención solícita
un arranque caprichoso
que intuyó una forma de soliloquio
una puntada, pues.
III
Es inevitable recordarlo
prendiste la luz y el resplandor
te borró raudo la cara
el dolor te hizo olvidar lo que buscabas
Antes de que eso sucediera
-que los rasgos se consumieran ante ti
pasmándote-
sentiste la tensión de quien
descubre un material raro
De esos que se sabe
pueden desvanecerse
en cualquier momento
no pudiste ubicar lo que buscabas
Ese selfie fue una pesquiza a tientas
del lugar del que fuiste expulsado
de ti de tu minuto anterior
de su segundo anterior
una indagación que tuvo lugar
en el mapa de los afectos
Y en el íntimo periplo
no pudiste encontrar lo que buscabas
IV
El contenido de All By MySelfie
es un mensaje escrito a alguien
que no volveré a ver
Es algo elegiaco
de la misma manera en que lo es
la forma de las cosas
-al estilo de Mandelbrot-
(con el punteo de Jeff Beck)
Lo es desde que me di cuenta de que
no solo la gente que me importa muere
también el horizonte, las relaciones,
las flores, los sueños
los encantamientos desaparecen
como la infatuación
Y por eso intento restituir lo perdido
con una imagen que me recuerde lo
que en ese momento recordaba
Pero no sirve sólo
(sí, así, con tilde)
recuperar un recuerdo
necesito el acceso a la escena completa
-arriba, abajo y a los lados-
y en lo dudoso de hacerlo
reside la verdadera melancolía
Es posible construir un selfie
en el que sepamos qué hora del día fue
cómo entraba la luz
cuál era la temperatura
qué había en tal bodegón
sin beberse el vino
que había en la copa
Y pensar al verlo que
-eldatolaluzlatemperaturaelvino-
eran cosas que estaban ahí
antes de esa muerte
y lo que hubo después
es otra historia, otra imagen
La primera me recuerda que existí
la última, que ya no
En cada autorretrato entro en escena
para intentar de reunirme con cuanto he perdido
colocar el foco sobre otra dimensión
acerca de lo mismo
como si tuviera así una oportunidad
para lidiar con los lamentos
V
El selfie no es una proyección
queda ni estática
muta cada vez que la revisas
-o utilizas-
debido a la relación que ambos crean
a través del tiempo
La memoria aporta lo suyo
-quizá un poso definitivo-
cuando la ves reflejada
en un espejo de cristal
y la cubres de tinta sugerente
tanta como para describir
ciertas revelaciones olvidadas
en dicho retrato confrontado
Te das cuenta de lo común
que pueden llegar a ser
esos universos considerados personales
a los que llamas “mis recuerdos”
algo que sólo sirve
para imaginar fractalmente
En el momento de la verdad
de su absoluta necesidad
cuando el silencio te hunde
bajo sus pies
Buscas esa imagen que grite
por sus huecos
y te rescate de alguna manera
con su duplicidad
VI
Tales imágenes pueden fascinarme
por esas grietas
donde se instalan nexos invisibles
entre lo que veo y lo que imagino
algo semejante a un universo
lleno de relaciones potenciales
en el que ninguna realmente importa
Suelo asumirlas como situaciones
en las que no doy nada por sentado
excepto la energía que fluctúa por ahí
y que siento casi palpable
Son intrincadas o simples
nunca espectaculares
pero necesitan ser entendidas
por mí, como manifiestos
donde cualquier reacción se proyecte
entre el azoro y la extrañeza
al poder atrapar así
alguna de mis realidades
-“Contengo multitudes”, argumentaría Dylan-
VII
Siempre me pregunto
si esto tiene sentido
La cuestión se mantiene
frente a cada figura que veo
del tipo que fui
¿Hay distancias marcadas
entre el descubrimiento
y lo que no lo es?
Como hecho ambivalente
creo que el selfie
puede devolver confianza
con su visión
pero también puede esconderla
para no encontrarle
sentido al ser y estar
Asumo que se aloja ahí
para datar de lo que significa estar
y con ello mostrar también
ser un singular tipo de locura
en el que se mistifica la propia imagen
VIII
El selfie
finalmente
es una forma de celebración
es parte de una mística panteísta
que anhela ligar al sujeto con el cosmos
frente a los ultrajes del tiempo
del cuerpo
de la conciencia
es una pulsión de pixeles
cuyo deseo es atenuar
la confusión
en una batalla cotidiana
sobre ese campo
elegido por adversarios invisibles
Pero sería equivocado
sentirla incapaz
Una cosa es estar confuso
y otra no estar dispuesto
-o interesado-
en defender la razón de ser
en ese juego del escondite
donde el mundo real está planeado
por pleitos de sombra
entre el pensamiento
y mi propio
y limitado reflejo
con esta visión me expando
como quería Whitman
me celebro
IX
El selfie es
una traducción personal
sobre uno mismo
por curiosidad
por ubicuidad
por oportunidad
Tal hábito ha tendido puentes
amalgamado ideas
originado conversaciones
íntimas
finitas
con esa multitud monofónica
que combate
el ensimismamiento
Porque durante el segundo
que dura el push digital
hay una traducción instantánea
que roza el vértigo
en un inquietante encuentro
tête a tête con el propio doble
Como un fantasma vivo
de ese otro
que está y no está
en un mismo momento
donde es posible estar solo
y no estarlo por igual
Porque en esta real irrealidad
llamada selfie
somos/estamos dos
o tres o más
los que hagan falta
*Las imágenes que acompañan los textos son parte del libro de fotografías All By Myselfie, de Sergio Monsalvo C., publicado por la Editorial Doble A y, de manera completa y seriada, en el blog Con los audífonos puestos.