644. The Sun Story (Rockabilly)
Quizá el mayor contribuyente para hacer posible la creación y difusión del rockabilly haya sido Sam Phillips, un hombre y empresario con una visión musical extraordinaria, el cual sin duda alguna creó una de las más grandes colecciones de música jamás reunidas por una compañía discográfica independiente.
Vayamos al principio.Históricamente tuvieron gran valor las grabaciones que Sun Records (el sello fundado por Phillips en Memphis) en su etapa inicial hizo del blues eléctrico. Las cuales tuvieron lugar en un punto de vital importancia en la historia del género. Sin embargo, el tiempo transcurrió inexorablemente y para el año 1954 muchos de los más importantes artistas locales del blues se habían ido de Memphis y sus alrededores.
Phillips comenzaría a prestar más atención a la música country, sobre todo después de que por fin se soldaron los talentos de Elvis Presley, Scotty Moore y Bill Black en ese día histórico del 5 de julio de 1954 en que se produjo el primer single de Elvis titulado “That’s all right”/”Blue Moon of Kentucky”.
Ese primer single fue una fusión de música country y blues (llamada desde entonces Rockabilly), que llegó a ser un considerable éxito local y que, asociado con las bárbaras presentaciones que Elvis daba en el podio, se encargaría de que la supremacía del suave y empalagoso pop desapareciera para siempre.
Siguiendo la ruta de Elvis, llegaron a Memphis, un montón de muchachos campiranos, todos pensando que con facilidad serían capaces de destronar a Elvis y lograrían hacerse cargo de su corona. Cosa que jamás consiguieron, pero persiguiendo tal fin aparecieron talentos maravillosos que se dejaron atraer por los Sun Studios entre 1954 y 1960.
El primero en subir verdaderamente las escaleras de la fama, fue Carl Perkins, quien voló hacia las primeras posiciones de las listas de éxitos de música pop, country y rhythm and blues con su clásico del rockabilly “Blue Suede Shoes”. Eso fue a principios de 1956. Irónicamente, después Elvis también hizo una grabación de la pieza para la RCA y logró que fuera un hit una vez más, pero mientras que Elvis mantuvo su estrellato, Carl nunca más pudo recobrar ese momento verdaderamente mágico en el tiempo.
Otra de las estrellas de Sam fue Jerry Lee Lewis, quien tuvo bastantes hits con la marca Sun. Los más grandes fueron “Whole Lotta Shakin’ Going On” y “Great Balls of Fire”. Este supremo aporreador de pianos y vocalista, fue sin duda alguna uno de los ejecutantes más extrovertidos que jamás embellecieran un podio en cualquier parte del mundo. Sin embargo, sus problemas personales junto con las extensamente publicadas irrupciones de la policía, mantuvieron intacta la leyenda, pero a la vez fuera de alcance el estrellato al estilo de Elvis.
En Texas apareció en Jew-el Roy Orbison, quien no escapó a la atención de Sam Phillips y por eso lo contrató para la Sun. Grabó de nuevo “Ooby Dooby” y vendió medio millón de discos de esa canción que llegó al número 59 de la lista Billboard. Roy también haría canciones clásicas como “Rockhouse” y “Go Go Go” mejor conocida como “Down the Line” antes de irse de Sun para comenzar una larga carrera como cantante de baladas.
Uno de los más famosos hijos de Memphis fue Eddie Bond, quien grabó varios discos en el estudio de Sun situado en la dirección 706 Union Avenue en el año 1957. Pero, aunque parezca mentira, primero logró el éxito con un disco de Gospel. Sin embargo, su estrella brilló con canciones como “Boppin’ Bonnie” y “Slippin’ in”, de los que también se vendieron muchos y que más tarde asegurarían el estatus legendario de Bond.
Sería difícil producir compilaciones de Sun sin usar esas dos figuras destacadas que son Sonny Burgess y Billy Lee Riley. Sonny, de Newport, Arkansas, primero hizo grabaciones de rock and roll con el escandaloso disco de dos caras “Red Headed Woman/We Wanna Boogie”, del que según se dice se vendieron 90 mil ejemplares, y que fue seguido con otra canción salvaje: “Ain’t Got a Thing”. Sonny llegó a grabar muchas canciones con Sun, aunque la mayoría tardaron en salir hasta los años setenta.
Billy Lee Riley, procedente de Pocahontas, Arkansas, tuvo una carrera tan fascinante que seguro tiene suficiente para resultar en el gran libro que Riley amenaza con escribir a su debido tiempo. El primer single de Billy fue para Fernwood.
Al oirlo Sam Phillips obtuvo la licencia, contrató a Riley para Sun. No cabe la menor duda de que Billy debería de haber tenido éxitos más grandes tras “Red Hot” y “Flying Saucer Rock’n’Roll”, pero otra vez el cuidado presupuesto promocional del que disponía Sun actuó en contra de Riley.
Warren Smith de seguro abolló las listas de hits con sus afectuosamente recordados clásicos “RocknRoll Ruby” y “Ubangy Stomp”. Warren era procedente de Mississippi, tuvo la suerte de llegar a Sun justamente después de haberse ido Elvis y su latente buen parecer era probablemente era lo que Sam estaba buscando en ese momento. Extrañamente Warren grababa la música rockabilly con una cierta desgana, puesto que lo único que él quería era ser cantante de música country. Sin embargo, el rockabilly se vendía de modo que Warren lo hizo para complacer y las listas de hits verdaderamente fueron golpeadas. Lamentablemente falleció de un ataque al corazón en 1980, sin participar en el revival del rockabilly que había llegado, en su segunda ola, con excelente apoyo.
Ray Smith fue otro artista fuerte, que debería haber tenido éxito en Sun, sus grabaciones eran, sin más, muy buenas canciones de primera categoría, pero una vez más fue el limitado presupuesto de Sun lo que le cerró el paso a Ray, irónicamente cuando Judd Philips salió de Sun y formó su propia compañía se llevó a Ray y produjo un hit número uno con “Rockin’ Little Angel”. Lamentablemente Ray nunca más tuvo un éxito parecido y trabajó por todo el territorio de los Estados Unidos y Canadá durante las siguientes décadas antes de suicidarse en 1979.
Charlie Rich era un talento formidable procedente de Colt, Arkansas, que apareció en los Sun Studios a principios de 1957. Charlie era un excepcional vocalista, escritor y pianista. Estaba empapado en el jazz y no sentía mucha atracción por el rock and roll. Sin embargo, en poco tiempo lo aprendió a apreciar, y en agosto de 1958 salió su primer disco de 45 rpm con el título de “Whirlwind/Philladelphia Baby”.
La mayoría de los otros artistas dispersados por esas colecciones extraordinarias de tal época, tuvieron un solo disco con Sun o Phillips International o hicieron grabaciones en Sun, pero sus discos salieron por primera vez durante el revival de los años setenta (segunda ola del rockabilly).
Muchos de esos singles eran fabulosos y al escucharlos hoy en día es difícil comprender que no tuvieran sucesores. De modo que no nos olvidemos de esos intérpretes, como por ejemplo Hayden Thompson, Malcolm Yelvington, Vernon Taylor, Rydy Grayzell, Barbara Pittman, Jack Clement, Thomas Wayne, Andy Anderson, Johnny Powers, Dick Penner, Edin Bruce, Dickey Lee, Tomy Blake, Mack Self, Ray Harris o Glenn Honeycutt.
Todos ellos fueron contribuidores a la visión extraordinaria de un hombre, Sam Phillips, que sin duda alguna creó una de las más grandes colecciones de música jamás reunidas por una casa discográfica independiente.