610. Christmas Once Again (Navidad XII)
Christmas Once Again. ¡Otra vez Navidad! (Por fin). Y te aprestas a celebrarlo, porque como están las cosas por el mundo podría ser la última. Pero antes de una calamidad semejante hay que enfrentar otra, y que tiene que ver con estas fechas: la contaminación de música navideña malísima, aborrecible y repetitiva por doquiera que tú vas. ¿Cómo hacerlo?
En esta ocasión acudiré a los consejos de una ciencia como la psicología para tomar cartas en el asunto. Se trata de un programa mental al que denominan grounding. Una técnica (a la que he adaptado libremente para mi propio interés) que consiste en:
Pensar en seis cosas que estés viendo en ese momento que te hagan sentir bien (un árbol adornado, alguna decoración alusiva), evocar cinco voces de amigos(as) que tienes ganas de oír, cuatro cosas que te gustaría tocar (las esferas, los bastones de dulce, por ejemplo), tres que huelan a esta época del año (el pino, la corona), dos platillos que ya te estés saboreando (tus predilectos, por supuesto).
Según los estudiosos esto nos proporcionará una distracción que hará que los sonidos repulsivos se disipen sin necesidad de luchar contra ellos.
Yo agregaría una cuestión más: acompañar tales pensamientos con un disco diferente, singular, que contenga una antología de buenas canciones que ilustren la temporada de manera apropiada. Con interpretaciones que sean disfrutables y enriquezcan el espíritu de la temporada y se sobreponga al muzak from hell que te puede estar rodeando.
Así que puedes hacer un par de cosas al respecto: vas a tu casa y colocas el disco que Ronnie Spector grabó con algunas de sus piezas preferidas en el tocadiscos (si eres un creyente del vinil), o en el reproductor de CD’s (si es el caso), te sirves algo de beber y te repatingas en tu sillón preferido, cierras los ojos y comienzas a disfrutar del sonido de Ronnie Spector’s Best Christmas Ever.
O, en otra opción, si estás en la calle, te pones los audífonos y seleccionas, de entre tus listas, tal álbum. Además, Ronnie falleció este año y el hecho de escucharla de una u otra forma, sirve también para recordarla de la mejor manera.
Cuando grabó este disco (2010), Ronnie Spector tenía más de seis décadas de vida y aún tenía una voz tan distintiva como cuando cantó “Be My Baby” con las Ronettes en 1963. A finales de ese mismo año puso su sello, junto con éstas, en el considerado por los expertos el “álbum navideño más grande de todos los tiempos”, A Christmas Gift To You (producido por su creador y futuro cónyuge, Phil Spector).
Las canciones que cantó ahí eran standards navideños a los que se dio una nueva versión gracias al “Muro de sonido” de Spector. En los últimos meses de 1963, el productor se impuso la tarea de seleccionar la música y realizar “el mejor disco navideño de la historia”. Para ello escogió unos cuantos temas tradicionales y compuso otros nuevos, dotando a las creaciones de su sonido.
Con él modernizó tanto las andanzas del villancico anglosajón mediante un soul fresco, con las mejores voces negras del momento, como las inquietudes y emociones juveniles y unos arreglos muy particulares: las del nuevo pop barroco.
Pero no sólo materializó toda la esencia de una época sino también la de un sentimiento. Llevó a su pináculo la técnica monoaural y selló en la psique popular de todo el mundo un sonido que sería característico a partir de entonces. Por eso, dicho disco se convirtió en un clásico con todas las de la ley.
Las Ronettes se separaron en 1967, al finalizar una gira de conciertos por Europa (en la que estaban en el cartel junto a los Rolling Stones, uno de cuyos miembros, Keith Richards, ha contado lo siguiente: “Ahí estábamos, al final de la gira, unos días antes de la Navidad. Entonces ella empezó a cantar con un sonido armonioso salía del fondo de su boca. Todos nosotros empezamos a acompañarla tarareando o con dando palmadas con las manos para mantenerle el ritmo.
“Pasamos un rato increíble, eso sí. La canción ‘White Christmas’ no tenía nada de especial para mí hasta que ella me la desgranó así, nota por nota y palabra por palabra. Producía con su voz un tono suplicante que le despertaba una vibración muy sexy en la garganta. Fue nuestro principal número navideño, antes de que aquella aventura terminara. Con esa pieza concluyó nuestra última presentación, y nuestra última noche en dicha gira. Entonces comprendí que habíamos estado haciendo mucho más que un poco de música juntos.
“Ella (y las Ronettes) podían cantar a través del muro de sonido. No necesitaban nada. Tocaron mi corazón justo ahí en ese entonces y todavía lo siguen tocando”.
Décadas después, y durante una cita muy especial, las Ronettes se volvieron a reunir de nuevo cuarenta años más tarde, al ser incluidas en el Salón de la Fama del Rock and Roll en el año 2007.
Ronnie Spector siempre amó la Navidad, y la Navidad la amó a ella, igualmente. Desde aquellas grabaciones del 63, todos los años, desde entonces, su voz y la de sus compañeras, ha vuelto a sonar en cada festividad decembrina. De tal manera ha sido así, que la industria musical de los Estados Unidos (ASCAP) incluyó sus temas en el Top 20 de las canciones navideñas más escuchadas de todos los tiempos.
Esta vez, con Ronnie Spector’s Best Christmas Ever, la icónica cantante hizo el ejemplar intento de presentar cinco nuevas canciones navideñas: “My Christmas Wish”, “It’s The Time (Happy Holidays)”, “Light On Candle”, “Best Christmas Ever” e “It’s Christmas Once Again”. Tales piezas brillan, y alguna parece listo para convertirse en clásico (“Best Christmas Ever”).
El tema “It’s Christmas Once Again” Ronnie lo cantó como si fuera la nueva “White Christmas”. Y en todos ellos brindó la magia de su falsete y veterano encanto durante la grabación. ¡La mejor fiesta de Navidad de Ronnie Spector! es una mezcla emocionante. Con toda la carga del rhythm and blues del que proviene, con un toque de doo-wop y una embriagadora ambientación en estos temas navideños.
Este álbum EP de temporada es un tesoro para los fans declarados.
¡FELICES FIESTAS!