584. Reigning Sound (A little more time)
En el 2021 el maldito bicho nos siguió manteniendo cautivos. Como en una película distópica y apocalíptica continuó su camino destructivo, en una mutación constante (como malévolo Terminator) que no sabe de barreras o descansos. A pesar de todo, entre todo el maremágnum sanitario, económico, social, cultural, etcétera, que produjo, el rock aportó lo suyo para paliar en algo la situación.
Éste, es un género que sabe que cuando se ha topado con pared (confinamientos, suspensión de conciertos, cancelación de giras) debe cuestionarse: ¿Y ahora, qué? ¿Hacia dónde? ¿Con qué materiales? ¿Bajo qué estética?, y recurre, entonces, al viejo axioma del “Back to the roots”, que predican los sabios de la comarca, para tomar aliento y nuevas perspectivas.
De esta manera, seleccioné, por tales características, el disco que me parece el mejor del año anterior. Y ahora, pasada la selectiva polvareda mediática convencional y las imposiciones del mainstream más conspicuo, lo pongo a su disposición. Obvio es decir que es una opción personal, concebida por gustos particulares, por lo tanto, subjetiva a todas luces. Busco sólo la exposición de un material que puede serle útil a alguien en tiempos confusos. Pertenece al género rockero exclusivamente, a ningún otro, para eso están otras listas.
Se trata del álbum A Little More Time with Reigning Sound, del grupo del mismo nombre, Reigning Sound. Es una banda liderada por el guitarrista, cantante y compositor Greg Cartwrigth, un músico nacido en Memphis en 1972. Personaje inquieto, Cartwright desde muy joven se involucró con la música, gracias a la colección de discos paternos. Conoció así, el rockabilly, el rock and roll, el soul, el blues, doo-wop, el rock sureño, y el blues-rock británico. Es decir, sus papás hicieron la tarea. Formó entonces diversos grupos durante su adolescencia y juventud.
El listado de tales formaciones abarca a Compulsive Gamblers, Oblivians o Greg Oblivian & The Tip Tops, con los cuales interpretó rock de garage, garage-punk, rhythm and blues, country-rock, con todas las influencias antes mencionadas. Asimismo, ha acompañado o producido en determinado momento a solistas y grupos como The Ettes, Mary Weiss, Detroit Cobras, The Horrors, The Deadly Snakes, The Cuts o The Black Keys.
A comienzos del siglo cambió su domicilio a la ciudad de Ashville, en Carolina del Norte, y ahí fundó a Reigning Sound, con el cual ha tenido diversas etapas y formaciones a lo largo de 20 años, y discos como Break Up, Break Down (con el que debutaron en el 2001), entre una docena de grabaciones de estudio, en vivo y compilaciones, hasta llegar al A Little More Time With Reigning Sound (del 2021) que nos convoca en esta ocasión.
Un disco constituido con canciones ricas y complicadamente sencillas con temas plenos del rock de raíces, hechos con el gusto y la pasión que da la experiencia.
Este disco llega justo para poder hablar de lo contemporáneo. A diferencia del pop cuya acentuada presencia crea sólo su hoy, el material del rock está hecho de omnipresencia con respecto al tiempo, y habla siempre de sus precursores en presente para ir conformando su futuro. Se perciben en el todo sus ecos inefables. Con esta herramienta cognitiva se es capaz de descubrirle los precursores a grupo tan característico como Reigning Sound.
Grupos así crean a sus antecesores, y su labor artística reafirma nuestra concepción del pasado, y la idea de cómo va a modificar el porvenir. Basándose precisamente en esto, la banda afincada hoy en Ashville especula con el concepto de que, al transmitirnos sus canciones, es consciente de que escribe las páginas que un día ejemplificarían los rasgos de una o varias agrupaciones venideras.
Oír lo que Reigning Sound hace hoy, fuera de las modas, es hacerlo con una banda contracultural. Un espécimen raro en el mundo de lo homogéneo. Muy peligroso para lo habitual. Es un ejemplar off-off suelto por ahí, que se compone de un sinnúmero de células nuevas, con grandes dosis de información sobre lo pretérito, con una rítmica polisémica y el dinamismo del aprendizaje on the road. Representa un elitismo flotante en el enrevesado mar de lo común.
En grupo semejante existen las células del rock de garage, del rock de raíces, del folk rock y de las músicas fundamentales del género, unidas en su conjunto por sutiles y determinantes lazos y por su actitud cambiaria en cuanto a las relaciones del ser humano en su actualidad y con la música.
Esos sutiles lazos de los que hablo se sostienen indisolubles en el hoy, y en su cuestionamiento. Porque como intérpretes de tales músicas están conscientes de que cualquier transformación que pudiera producirse, debe provenir de la música misma para ponderar todo quehacer humano. El pasado y el futuro se dan la mano para provocar el placer del escucha.
Por fortuna, el ensayo histórico con el rock con sus raíces nunca se ha detenido y gracias a ello y a la ardua labor de los músicos involucrados auténticamente con tal escena, con su estética, con su entorno en todo el mundo, ha logrado extender los horizontes por más de medio siglo.
La convulsión de los tiempos, las injusticias que los corroen, la dureza de la vida, la presencia protagónica de la muerte, la vulnerabilidad humana y sus contagios, el ser en la urbe, la ira, el nihilismo, el veneno político que respira, la acidez de los mensajes en las redes sociales, el hedonismo a ultranza, etcétera, en continua manifestación dentro del contexto cultural y multidisciplinario, será difícilmente explicable sin la aplicación de términos y sonoridades que fungan como paliativos y ubiquen con su impacto e influencia.
Grupos como Reigning Sound, como buenos evangelistas del rock, parecen flores de veteranía que vienen de vuelta de todo. Bandas con sabor a buenos tragos y personalidad escénica sin alardes, con suculentas dosis de country, de blues, de gusto por la guitarra de botas polvosas y cuotas garageras, con presencia desenfadada y ganas de pasarla bien. Condiciones éstas para acceder al certificado de autenticidad como divulgadores de la esencia.
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