Roderick David Stewart nació el 10 de enero de 1945 (en este año se festejan sus 75 de vida) en el barrio obrero londinense de Highgate, como hijo del matrimonio escocés formado por Bob y Elsie Stewart. El futbol soccer fue muy importante en su vida adolescente. Fungió como capitán de su equipo escolar y quiso profesionalizarse en 1961, a los 16 años, al firmar un contrato provisional con el club de Brentfort. No obstante, su habilidad con el balón no le alcanzó para llegar a la primera división. Después de eso, Stewart asistió por breve tiempo a una academia de arte en Londres, y luego trabajó como sepulturero; estampando telas de seda y finalmente se lanzó a recorrer Europa como cantante ambulante de folk.
De regreso en Londres en 1963, tocó la armónica con Jimmy Powell and The Five Dimensions; grabó el sencillo «Good Morning Little Schoolgirl» en 1964, para después unirse a los Hoochie Coochie Men de Long John Baldry el mismo año como segundo cantante. Asimismo, trabajó como músico sesionista, tocando la armónica en «My Boy Lollipop» (1964) de la cantante Millie Small, tema producido por Chris Blackwell y primera pieza jamaicana en lograr un verdadero éxito comercial en la Gran Bretaña.
En 1965 quiso integrarse al grupo Steampacket, formado por Brian Auger, Mick Waller y Julie Driscoll, pero el grupo se separó poco después debido a la decadencia del rhythm and blues en Londres. De cualquier modo, en 1966 grabó «Shake» de Sam Cooke, respaldado por el grupo de Auger.
En 1966 también formó el efímero grupo Shotgun Express con Peter Bardens (luego de Camel), así como los futuros miembros de Fleetwood Mac: Mick Fleetwood y Peter Green. Al año siguiente Rod Stewart se convirtió en el cantante principal del Jeff Beck Group, integrado con Jeff Beck y Ron Wood. Con ello empezó su ascenso irrefrenable hasta convertirse en uno de los cantantes más expresivos de Inglaterra. Su estilo rocanrolero duro, con fuertes influencias del blues, caracterizó dos L.P.s excelentes del grupo (Truth, 1968; Beck-Ola, 1969), en los cuales la dura voz de Stewart reñía con la pirotecnia de Beck en la guitarra. Los conflictos constantes entre ellos condujeron, no obstante, a su salida del grupo.
Junto con su amigo Ron Wood se cambió a los Faces, integrado por antiguos miembros de The Small Faces. En forma paralela a este compromiso empezó a realizar sus propios proyectos como solista en 1970. Con los Faces perfeccionó un sonido rocanrolero bonachón, mientras que en su trabajo solitario reveló un estilo vocal más sensible e introspectivo perfectamente apropiado para los temas autobiográficos que escribió para An Old Raincoat Won’t Let You Down (1969) y Gasoline Alley (1970).
Además, el periodo de Stewart como cantante folk le había dado un repertorio de bases más amplias y una más extensa gama de experiencias que la de sus compañeros en el rhythm and blues inglés. Una característica destacada de estos discos fue la guitarra acústica de Martin Quittenton. En poco tiempo las ventas de Stewart superaron a los álbumes de los Faces.
El álbum Every Picture Tells a Story (1971) alcanzó el mayor éxito comercial. Además de la autobiográfica pieza del título y «Maggie May», en cuya composición participó Quittenton, incluía una interpretación de «Reason to Believe» de Tim Hardin y una versión apasionada del éxito de los Temptations «I Know (I’m Losing You)». El disco posterior, Never a Dull Moment (1972), semejante en su estilo, tuvo casi el mismo éxito. Sin embargo, los siguientes años no fueron igualmente productivos. Después de un mediocre álbum en vivo y Smiler (1974), Stewart y los Faces se separaron y el cantante se unió a la compañía Warner.
«La voz de lija», como también se le conocía, había reconocido y aprovechado su oportunidad en el mercado, ubicándose entre la balada sentimental y un dinámico rhythm and blues. Stewart poseía un auténtico impulso rocanrolero y un estilo sin complicaciones. En vivo explotaba como un huracán, no temía ningún esfuerzo y con sus demostraciones de fuerza representaba al prototipo del rockero.
En 1972 participó en la ejecución sinfónica de la ópera rock Tommy y empezó a preparar su salida de los Faces, la cual se verificó finalmente en diciembre de 1976. El grupo se despidió con una extensa gira, mientras que al mismo tiempo el solista Rod Stewart ocupaba los primeros lugares en las listas de éxitos de ambos lados del Atlántico con la ultramelosa pieza «Sailing».
Un éxito siguió a otro, tanto en forma de sencillo como de L.P. y continuaron la tradición del número uno. En ellos Stewart fue respaldado por músicos sesionistas (incluyendo a la mayor parte de Booker T. and the MGs).
Con aire clínico, recopilaba hits. Mucho mejor resultó A Night on the Town (1976). Además del éxito número uno en los Estados Unidos, «Tonight’s the Night», incluyó el sombrío «The Killing of Georgie», una crónica del asesinato de un joven homosexual, y «The First Cut Is the Deepest» de Cat Stevens.
Rod «The Mod» había ascendido a estrella de primera fila. Proporcionó titulares no sólo a la prensa musical sino también a la de chismes. Su relación de años con la actriz sueca Britt Ekland daba mucho material a las secciones de sociales de la prensa internacional, además de servir de material, sin asomo alguno de autoparodia, para hits como «Hot Legs» y «Do Ya Think I’m Sexy?» (1978). En los discos trabajó con productores veteranos, mientras su banda era integrada por formaciones cambiantes de músicos sesionistas.
Tras una larga abstinencia de giras, Stewart formó una banda fija en 1977 a fin de presentar en vivo el material de Foot Loose and Fancy Free (1977). El conjunto contaba con Carmine Appice (ex Vanilla Fudge) en la batería. Stewart evidentemente se iba acercando cada vez más a un pop puro orientado hacia los hits. Aunque los críticos especializados denostaron todos los L.P.s siguientes, declarando Blondes Have More Fun (1978) «el punto más bajo» de su carrera, se siguieron vendiendo como pan caliente.
En 1980, ya como dueño de una mansión de lujo en Hollywood, sacó el L.P. Foolish Behaviour, el cual puso de manifiesto los cálculos mercantiles que entran en las producciones musicales a cargo de las compañías, como también el de Tonight I’m Yours (1981).
Igualmente decepcionó el contenido del álbum doble Absolutely Live (1982), cuyo título era un engaño. Los cuatro lados de vinil dejaban traslucir muy poco de la increíble mezcla de flema y humor físico propia de sus hazañas en vivo. Dicha combinación no volvió a darse hasta la gira mundial de siete meses realizada por Stewart en 1983. El músico presentó durante ella las canciones de Body Wishes.
El álbum ofrecía una música comercial, fácil de consumir y de digerir, vendió millones de ejemplares y dio el obligatorio hit sencillo de «Baby Jane». En 1984 en el álbum Camouflage, el cual con excepción del enérgico rock de «Infatuation» sólo ofreció un pop mediocre. En los años ochenta, figuraron entre sus éxitos internacionales «Passion» (1980), «Young Turks» (1981) y un éxito número uno en Inglaterra con «Some Guys Have All the Luck» de Robert Palmer (1984).
En 1986 Stewart volvió al Top Twenty en los Estados Unidos con «Love Touch» de la película Legal Eagles, y editó el disco Every Beat of My Heart, que junto con los siguientes (Out of Order, 1988; Vagabond Heart, 1991) habían hecho olvidar lamentablemente al rocanrolero para dar paso a un veterano baladista (de actuales 75 años de edad), sobre todo encumbrado por el éxito de la larga serie The Great American Songbook, que está para comprobarlo. Y dentro del pop (con tendencia al soul) hasta su reciente álbum de estudio Blood Red Roses y uno en vivo con la Royal Philharmonic Orchestra.
Por supuesto, al canon del rock entra el Rod Stewart de la primera época, con aquellos magníficos álbumes y propuestas.