Esperanto
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Por SERGIO MONSALVO C.
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Las lenguas internacionales, a diferencia de las naturales, son creadas en forma artificial con la intención de que puedan ser aprendidas con facilidad por las personas de lenguas maternas distintas, a fin de facilitar la comunicación lingüística internacional. Su gramática es sencilla y regular, y su vocabulario se construye en forma sistemática.
El humanista valenciano Luis Vives postuló por primera vez la idea de una lengua internacional en 1529: «Sería magnífico que existiera una sola lengua que pudieran usar todos los pueblos”, dijo. A su vez, el filósofo francés René Descartes publicó en 1629: «Yo me atrevería a esperar una lengua universal muy fácil de escribir, aprender y pronunciar”. Charles de Secundat, barón de Montesquieu, por su parte, advirtió en 1728: «La comunicación entre los pueblos es tan grande que tienen necesidad absoluta de una lengua común”.
Desde mediados del siglo XVIII, se realizaron muchos intentos para inventar una nueva lengua universal que sirviera a los mismos propósitos que el latín durante la Edad Media. El volapük, obsequiado al mundo en 1879 por Johann Schleyer, un cura alemán, estuvo a punto de obtener el éxito en tal sentido, pero surgió la discordia entre sus líderes y todo se vino abajo.
El 14 de junio de 1876, un médico optometrista polaco de nombre Lázarus Ludovico Zamenhof publicó en Varsovia, tras diez años de trabajo y bajo el seudónimo de Dr. Esperanto (Doctoro Esperanto), un modesto libro titulado Lingvo internacia (hoy conocido como Unua libro), un proyecto de lengua internacional, con la intención de que fuera utilizada como segunda lengua para superar las barreras lingüísticas entre los pueblos.
Acogido con entusiasmo, el esperanto evolucionó rápidamente para convertirse en una lengua llena de vida y rica en matices. Casi 140 años después de ello existe gran cantidad de personas que lo hablan en el mundo.
(“Es difícil decir cuántos hablantes de esperanto hay en la actualidad. La mayoría de las fuentes hacen referencia a dos millones de hablantes en todo el mundo. Esta cifra puede ser mayor si se considera que cada año hay cientos de nuevos títulos –tanto traducidos como originales– que se publican en esperanto, así como música e incluso películas. También hay un gran número de periódicos, revistas y emisoras de radio que transmiten en esperanto”, Google dixit).
El esperanto utiliza sonidos y palabras comunes a todos los idiomas europeos. Su gramática es sencilla y, según los estudiosos, es posible aprenderlo en poco tiempo. Para crear el esperanto, Zamenhof usó 904 raíces con las que podían formarse por lo menos diez mil palabras. Hacia el final del siglo pasado existían más de 25 mil raíces, capaces de generar 750 mil vocablos.
El esperanto puede considerarse como una lengua auxiliar, que no trata de suplantar a ninguna. Desde 1918 se incluyó su enseñanza en las escuelas de Brasil. En 1927 se fundó el Museo Internacional del Esperanto en Viena y la Academia del Esperanto, con sede en Rotterdam, Holanda, tiene como misión estudiar las palabras que se incorporan a su diccionario.
“Este idioma se ha hecho popular en Internet, en donde una búsqueda de la palabra ‘esperanto’ arroja un resultado de más de 153 millones de páginas. Existen cientos de foros de discusión y miles de direcciones de correo electrónico de esperantófonos de 95 países. Así, también hay cientos de organizaciones especializadas o de temática general que usan este idioma como lengua de trabajo. El esperanto es el más exitoso de todos los idiomas planificados hasta el día de hoy. A fines de 2014, la Universala Esperanto-Asocio (Asociación Universal de Esperanto) tenía miembros en 120 países del mundo, y la Universala Kongreso (Congreso Universal de Esperanto) usualmente reúne de dos mil a cuatro mil esperantistas cada año”.
Un siglo y pico después también, un grupo de músicos reivindicó el mensaje del esperanto de entendimiento universal, con la primera entrega de un ambicioso proyecto discográfico, cuya portada multirracial (inspirada en un mural de Norman Rockwell, que preside la sede mundial de las Naciones Unidas) no dejó lugar a dudas sobre el contenido de sus surcos.
Las más populares melodías de la música clásica, adaptadas al sonido electrónico actual, interpretadas por instrumentistas y cantantes de tres continentes, fueron un esfuerzo común por trasmitir belleza y paz.
Considerado por algunos como el sueño excéntrico de un puñado de utópicos, muchos poetas, escritores y artistas utilizan tal idioma como vehículo creativo.
Pero tuvieron que ser los miembros del equipo hacedor de un disco cautivador y espiritual quienes, prendados de la sencillez y expresividad de la lengua, se lanzaron a la aventura de reivindicarla y contagiar de ese idealismo tanto a ejecutivos discográficos como a músicos de los países más lejanos.
Esperanto se trata de un álbum totalmente innovador, no nada más por los distintos géneros musicales que presenta: desde el techno hasta el house o el pop, sino porque está en esperanto.
Producido por los hermanos Ferrero, este material discográfico es mucho más que una propuesta musical: es un concepto muy al estilo de fin de milenio, en el que el mensaje se envolvió en los ritmos contemporáneos.
Luego de casi tres años de gestiones, composición y grabación, los propios autores tuvieron que aprender a hablar el idioma. El oyente avezado descubrirá extractos célebres de Dvorak, Beethoven, Rimsky-Korsakov y otros compositores.
Las voces del mundo resuenan entre guitarras, samplings, secuenciadores y pasajes orquestales. Son el coro de 120 personas de la Academia de Música de Moscú, el coro Sowetto de Johannesburgo, Sudáfrica, y la famosa agrupación coral de Radio Televisión Búlgara.
Pero tampoco faltan cantantes anónimos descubiertos en las calles de La Habana o Santiago de Cuba, una de tantas escalas en este insólito recorrido sonoro a lo largo y ancho del planeta.
Todos los participantes contribuyeron a hacer de Esperanto (el disco) un canto a favor de la armonía universal y contra el imperialismo lingüístico, y han reconocido al esperanto (la lengua) su papel primigenio, como vehículo para el acercamiento de los pueblos.
Con la popularización y expansión de las nuevas tecnologías, el esperanto ha ganado una nueva fuerza propulsora. En internet se pueden encontrar miles de páginas web en esperanto, cursos, foros, salas de chat, blogs, grupos de debate, vídeos, prensa, etcétera.
Duolingo, la web y aplicación más popular cuenta ya con más de 300 mil estudiantes. En 2011 surgió Muzaiko, la primera radio que transmite por internet las 24 horas del día. En febrero de 2012, el traductor de Google incorporó el esperanto a su lista de idiomas.
Un dato significativo de la situación de éste en dicho medio es que la Vikipedio, Wikipedia en esperanto, poseia más de 220 000 artículos en diciembre de 2015, cifras superiores a las de muchas lenguas étnicas.
En cuanto a la música, en el mercado ya pueden encontrarse diversas muestras de su expresión: desde óperas (como Rusalka, de Dvorak, pasando por el folk, rock, hip-hop, punk, noisecore, hardcore, electrónica, etcétera. La principal productora de discos de música en esperanto es Vinilkosmo, con sede en Toulouse, Francia.
En esta época de avances tecnológicos y crisis de valores, las autopistas de información se mezclan con la cultura tribal y las distancias físicas. En ese sentido, el esperanto es la recuperación de un viejo sueño y demuestra que, algunas veces, las utopías aún son posibles.