BILLIE HOLIDAY / II
LADY DAY REMIX
Por SERGIO MONSALVO C.
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El que avisa no es traidor: A los fanáticos tradicionalistas de Billie Holiday los insto a retirarse de la emisión, por su bien. A los otros, a los heterodoxos, los invito a celebrar conmigo este otro homenaje, en clave 2.0, a los 100 años de su nacimiento.
A ti, Billie, te escribí lo siguiente:
I
sentiste mujer el peso del aire
en tu cuerpo hubo deseos de alas
en tu cuerpo la negrura no tuvo límites
el diamante intacto detonó la voz dolida
las sombras cruzadas de fuego
maldijeron al cielo en un grito
mientras crepitaba la noche trastornada
el olor denso crujió en tu hoguera
y las antorchas descubrieron a los lobos
en combate resuelto a dentelladas
sus cabezas de pinchazo húmedo,
se postraron en tus muslos desiertos de luz
cómo duele desear tu cuerpo
/la franqueza de tus ojos
blues que divide la noche en ansia y tormento
huesos y retornos unidos para liberar
/una pena al viento
II
impregnada de canciones
y aún ausente se escucha tu dolor
en tus labios se cobijó para siempre
el fragor de las entrañas
amo tu corazón que melló a la muerte
con carne viva y venas cercenadas
alma desnuda, sin pudor
fruto extraño en huerto de luna azul
belleza de fiebre humana
toda boca, toda amor
mundo de cuyo ritmo es imposible huir
sed ardiente, inquietud de azar
mujer con sed y hambre de naufragio
iluminación que no esperó para estallar en llanto
(S.M.C.)
El viejo tópico de imaginar que habría resultado de la combinación de la voz o del sonido de un músico con el de otro, separados por el tiempo, el espacio o la muerte, hoy es un reto con respuestas fascinantes.
Por eso la propuesta del remix en el jazz electrónico –o e-jazz– es un acto de placer estético, una práctica cultural hipermoderna.
Haber evolucionado de esta forma ha hecho que el jazz haya seguido extraordinariamente en contacto con la fuerza impulsora de sus orígenes: La mezcla.
Hoy, el e-jazz es un género pleno de citas, referencias y contextos; es un fenómeno sonoro planetario y ecléctico. Es un estilo que se ha enriquecido con todo lo pasado y lo contemporáneo.
Los productores y DJ’s proponen un lenguaje diferente al de los músicos tradicionales. La verdadera función de sus improvisaciones nacidas de las máquinas es mostrar timbres, texturas y colores. Viajes hacia el sonido.
Remezclar y reimaginar a Billie Holiday en este tiempo (a 100 años de su nacimiento), por ejemplo, permite crear un collage de sonoridades que irradia su voz al nuevo mundo.
Debido a su alquimia en tales grabaciones el e-jazz pone en jaque aquello de que dos cosas no pueden ocupar un mismo lugar en el espacio. Él lo consigue porque es ubicuo gracias al uso de la tecnología que todo lo transforma en aleatorio.
Con el ingrediente remix en los diversos estilos del e-jazz, que se han congregado para rendir tributo a la mítica cantante, los DJ’s ponen en sus tracks al servicio del escucha los cimientos mismos tanto de lo clásico como la modernidad del jazz, en una tarea cultural congruente con los parámetros de su propia naturaleza.
Las prácticas de esta disciplina han creado un desdoblamiento musical constante, el cual permite una reescritura permanente en tal sentido, interminable y hasta polifónica. De esta forma los territorios de la Holiday y los nuevos productores se diferencian y se asemejan en una imaginería que se despliega efectivamente con una producción rica, intrincada, elástica y alternativa.
En esta recopilación de remezclas los productores convocados se atreven, en algunos casos, a fragmentar su voz, a aplicarle efectos de todo tipo o, incluso, a utilizarla en loops como si fuera un sample de voz con la base de sus grabaciones para el sello Columbia de los años treinta.
Y su aglomerado abarca jazz tradicional, rap, drum’n’bass, trance, latin rhythms, ragas, lounge, blues, triphop, big band swing, dub, downtempo, free jazz, programaciones, soundtracks, juegos electrónicos, cuts televisivos, grooves étnicos y sonoridades atmosféricas y ambientales, en los diversos tracks a su cargo.
Los implicados en esta emisión han optado por tres enfoques. Los hay que, del original, sólo mantienen la voz de Lady Day y la sitúan en un contexto electrónico completamente diferente; los hay que optan por la misma operación resaltando algún instrumento (como un solo de trompeta); finalmente, otros prefieren mantener la estructura del original e introducir elementos contemporáneos con los que aportan un toque actual y/o bailable.
El instrumento del remix (que cuenta con la magia de poner a cantar o tocar a los vivos con los muertos; o a los lejanos en el tiempo y el espacio), así como el infinito poder de la imaginación, es el credo primigenio de estos hacedores, apoyado por la tecnología electrónica para innovar e improvisar con el pretexto de homenajear a la gran voz del jazz.
El resultado puede ser ambivalente porque los productores que los firman son tan diversos y proponen acercamientos tan distintos que cada escucha optará por su favorito. Sin embargo, la conclusión siempre será la misma.
El e-jazz se nutre de la fuerza impulsora de sus orígenes: la mezcla, y lo hace
con sus asimilaciones contextuales donde va implícita también la invitación permanente a desarrollar el concepto artístico y humano del género, con todo el horizonte por delante: es el hoy de ayer con las bases del mañana, y Billie Holiday la figura y efeméride cultural evocada como tributo y como testigo.