FOUR TET
CRISTALIZAR EL SENTIMIENTO
por SERGIO MONSALVO C.
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El británico Kieran Hebden es más conocido como Four Tet, su nombre de batalla como productor de post-rock y de música electrónica. Forma junto a Burial y Apparat el tríptico contemporáneo más importante de la sutilización sonora que acompaña nuestra época.
Estéticamente, y como icono de tal estirpe, se ha inclinado hacia el minimalismo, dentro del cual ha buscado poner los reflectores en sonidos que se transformen en piezas evocadoras bajo su batuta. En ellas se manifiestan sus referentes tanto del género jazzístico (donde ha colaborado con Steve Reid) como del folk.
En su búsqueda artística ha navegado por un mar de estilos que lo mismo lo han ubicado dentro de la folktrónica que de la IDM. Posee ese don.
Hebden nació en Londres en 1978 y sus raíces paternas proceden de Sudáfrica, la India y el Reino Unido. Mientras estudiaba la secundaria fundó el grupo Fridge con algunos compañeros de la escuela. Con ellos, a los 15 años de edad, firmó su primer contrato con Output de Trevor Jackson y grabó los discos Ceefax y Semaphore (de1997 y 1998, respectivamente).
El grupo salió de gira junto a bandas como Godspeed You Black Emperor! y To Rococo Rot. En el 2002 tocaron en el magnífico club Scala de Londres, cercano a la estación de trenes de King’s Cross. Sin embargo, Kieran también había empezado a producir por su cuenta bajo el seudónimo que lo volvería más popular, Four Tet, en el mismo sello y con un proyecto al que le dedicaría todo su tiempo más adelante.
No obstante, fue con el nombre de 4T Recordings que continuó sus andanzas en la escena del post-rock con el sencillo “Double Density”, que apareció en 1998. Pero sería con el track “Thirtysixtwentyfive» el que marcaría su debut como Four Tet, en el mismo año, unos meses después.
En febrero del penúltimo año del siglo XX salió a la luz su primer álbum como tal con el título de Dialogue. Sus temas tenían la influencia del jazz avant-garde de Sun Ra. Intentaba acercarse igualmente al lado más extremo del jazz evocando a leyendas del género como Ornette Coleman, Alice Coltrane o Albert Ayler.
Al comenzar el siglo XXI cambió de disquera, a Domino Records. Sus inquietudes artísticas lo llevaron incursionar en el folk británico y la electrónica con Pause. Con este disco se adentró también en la psicodelia con una rítmica que traía a colación al krautrock alemán.
Un año más tarde participó en una gira con Radiohead, conciertos que ayudaron a darlo a conocer en otros lares fuera del Reino Unido y a acercarlo a Thom Yorke, con el que colaboraría en otras ocasiones y en algunos remixes.
Asimismo se inició como remezclador (disciplina en la que ha trabajado desde entonces para gente como David Holmes, Aphex Twin, Super Fury Animals, Manic Street Preachers y decenas más), y también como cazatalentos, campo en el que descubrió a Manitota, nombre artístico del compositor y músico Daniel Victor Snaith, con el que también ha trabajado constantemente.
En 2003 apareció Ronds, que destacó por su indie electrónico, downtempo y techno experimental, colores sonoros en los que volcaba su curiosidad de músico inquieto en busca de un estilo que lo definiera.
Hacia la mitad de la década de los primeros años cero, lanzó Everything Ecstatic (2005) en el cual se mostró más vitalista, por decirlo de alguna manera, en su creación ambiental. Fue su cuarta producción. En esta aventura Hebden planteó su propuesta con alusiones al dance británico de la década anterior y al funk, lo que contribuyó a la creación de tracks menos intimistas y más vibrantes.
Tras él hubo un parón en la trayectoria de Four Tet, lapso que sirvió tanto a escuchas como al músico mismo. A los primeros, para matizar con espacio las aportaciones de este artista hasta el momento; y a Hebden, para tomar las cosas con calma y reflexionar acerca del futuro de su proyecto, en el que había invertido todo su bagaje.
En esa época el nombre genérico del post-rock ya tenía una década de existencia, desde que el periodista y escritor Simon Reynolds lo creara para definir ciertas músicas que aún no contaban con contornos claros.
De cualquier manera, Four Tet, como tal, estaba fuertemente arraigado en dicho término que, en su caso, resultaba una explicación inteligente a sus sonidos: incorporaba a una instrumentación tradicional (guitarra, batería, etc.) el recurso de las nuevas tecnologías; experimentaba con las estructuras lineales; explotaba el uso del estudio; exploraba de modo profundo o juguetón el sonido y los efectos, abandonando la canción en favor de la textura pura.
Four Tet se nutría de modalidades como el kraurock, de la new wave neoyorkina, el post-punk y folk británicos, de la música electroacústica y la concreta, del minimalismo lo mismo que del dub, el reggae, el pop o la ciencia del sampleo. Y todo ello con un idealismo inaudito, al que acompañaba inseparablemente un concepto en desuso: la ética artística.
El resultado hasta ese instante era todo lo abstracto que se quiera, pero era una música vital y llena de emociones. Justo la medicina que el decaído espíritu de la época (en crisis) necesitaba.
A ese periodo de aquilatamiento silencioso y aclarador (el EP Ringer es eso, la calma que precede al cambio), en su particular cruce de caminos le llegó el encuentro inspirador anhelado por todo músico, aquél que destapa el recipiente de la genialidad. Hebden, vestido de Four Tet se encontró con Burial, el misterioso. Entre ambos produjeron el EP mítico y “anónimo” llamado Moth / Wolf Cub (del 2009).
La colaboración reactivó el resorte underground de Hebden, y éste bebió de los elementos de William Bevan (alias Burial). Quizá mayormente del afán por recuperar la electrónica como protagonista principal.
En el 2010 Four Tet regresó de su ejercicio espiritual. Publicó, There Is Love In You luego de un lustro. En él firmó piezas evocadoras (“Circling”) donde el bucle tecnológico transportaba a otro mundo, sustentado por los loops propios de la escuela 8-bit (“Sing”) o de homenaje a Aphex Twin al proponer un tema como “Plastic People”.
A partir de entonces, Four Tet ha creado álbumes tan emocionantes como siderales en su nuevo sello Text Records: Pink (2012) y Beautiful Rewind (2013), con melodías luminosas que gracias a su calidad poliédrica y caleidocópica cobran más de un sentido, de una manera u otra, según el momento y el trabajo particular del escucha para buscar horizontes ignotos.
La obra de Four Tet no acepta la simplificación. Su colorido es emocional y expresivo, campo en el que lo cartesiano remite al sentido de la trascendencia.
La música de Hebden, en este proyecto de larga vida, posee una capacidad transformadora en dode lo fascinante es su habilidad para convertir el sonido en nubes, cataratas y tormentas perfectas que desde la lejanía llegan para insertarse dentro del escucha atento.
Four Tet eleva lo etéreo del sonido a través de telarañas de sampleos ambientales y de voces apenas dibujadas o de manifiestas vidas paralelas, que describen o suplican no abandonar su ensueño electrónico.
Hebden, el músico, invita a sus paseos por bosques de texturas, donde la comunicación no pierde vehemencia en el camino, mientras el experimento sonoro se convierte en una obra maestra de sugestividad que crece dentro de uno y comienza a plantear inquietudes desconocidas. La finalidad del arte.