JOE ZAWINUL
GITANO PANGLOBAL
por SERGIO MONSALVO C.
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En agosto de 1988, en Mauthausen, un campo de exterminio nazi, Joe Zawinal estrenó su oratorio Crónicas desde las cenizas, en homenaje a las víctimas de aquel oscuro periodo de la humanidad. Al finalizar la interpretación se hizo un silencio sobrecogedor. La mejor respuesta a dicha obra. El silencio siempre fue el fiel compañero de este músico nacido el 7 de julio de 1932.
Estuvo junto a él en la infancia de su Viena natal donde como integrante de una familia de origen checo-húngaro-gitano, era más seguro permanecer así ante el ascenso del amenazante poder nazi. A pesar de ello pudo aprender a tocar el piano y el acordeón, la mejor manera de mantener a un niño callado y lejos del peligro exterior.
En la posguerra y en plena adolescencia se interesó por el jazz, la música que bien interpretaba su circunspecta personalidad. Su habilidad y dominio instrumental le permitieron ganarse una beca en 1959 para ir a estudiar al Berklee College of Music de Boston, en los Estados Unidos.
Una vez ahí, se aburrió a las pocas semanas. No tenían nada que enseñarle, así que mejor partió rumbo a Nueva York, donde estaba la acción. Antes de unirse al saxofonista Cannonball Adderley, se ganó la vida como miembro de la orquesta de Maynard Ferguson, donde empezó a componer, y acompañando a la cantante Dinah Washington.
Fue ahí cuando lo detectó Adderley y lo contrató para su grupo. En él introdujo por primera vez en el jazz el piano eléctrico. De esa manera grabaron (en 1966) su composición “Mercy Mercy Mercy”, en plena concordancia con el soul naciente y sus atmósferas. Dicha grabación llegó a oídos de Miles Davis.
Davis había decidido abrazar la vanguardia poniendo sus propias reglas, a través del rock, las ragas indias y otros elementos, de una manera asombrosamente audaz. Escuchó a Zawinul tocar el piano eléctrico Fender Rhodes y le gustó mucho el sonido del instrumento. Se propuso tenerlo en su banda para grabar un nuevo disco.
Miles buscaba el tipo de sonido que dicho instrumento le podía dar y un piano convencional no. Asimismo, como le gustaban sus composiciones le pidió que llevara algo a aquella sesión. Joe le proporcionó una pieza titulada “In A Silent Way”, que daría a su vez título al álbum.
Al tema le cortaron todos los acordes y utilizaron y destacaron la melodía. Davis quería que el sonido fuera más al estilo del rock. En los ensayos lo tocaron como Joe lo había escrito, pero Miles no se adaptaba bien a aquello porque tantos acordes le estorbaban. Creía que la melodía escrita por Joe era absolutamente bella sin todo eso.
Cuando grabaron Davis les dijo a todos sus integrantes que tocaran sólo la melodía. Les sorprendió trabajar de semejante forma, pero él sabía que como buenos músicos resolverían la situación y, sí, aquella música de 1969 salió fresca y hermosa. El álbum In A Silent Way fue fruto de una colaboración entre Joe y Miles. Davis arregló la música al cambiarla.
Hoy, ese tema es un clásico y se le sitúa como inicio de la fusión. La serie de discos consecuentes del trompetista (Bitches Brew, Live Evil, Big Fun, en los que también participó Zawinul) fueron la cúspide de la fusión del jazz y el rock y el pozo seminal para su desarrollo durante los siguientes años.
“Miles era único, igual que Picasso Empezábamos sin nada preparado y salían cosas fantásticas. Lo respeté mucho y siempre aprendí cosas con él: a unir la música que me gustaba y a los músicos que me interesaban”, decía Joe cuando se le preguntaba.
Desde entonces Zawinul nunca pasó por alto la importancia y el exotismo seductor de la música latina y africana al casarse con el vehículo de la improvisación jazzística y el rock, por no hablar de los elementos rústicos extraídos de su pasado austriaco y checo.
«La mayoría de la gente no se da cuenta de mis antecedentes familiares húngaro-bohemios. Mi madre era una húngara de verdad, de varias generaciones anteriores. De ese pasado eslavo y gitano, vienés, algo me caló los huesos, algo que nunca me abandonó. Pero, mi forma de expresión es estadounidense”, indicaba el tecladista.
De tal interconexión brotó la mezcla musical panglobal que le daría fama a Zawinul. Tras la experiencia con Davis, formó el grupo Weather Report junto a un músico de calada profunda como Wayne Shorter.
En la casi veintena de discos que grabaron, el menú instrumental (incluyendo el novedoso uso de sintetizadores) y el material humano que lo realizó resultaron de leyenda (Airto Moreira, Mino Cinelu, Peter Erskine, Mirolslav Vitous, Jaco Pastorius, Chester Thompson, etc.).
“Birdland” es un tema representativo de la banda y un símbolo para el mismo Zawinul, quien de ahí extrajo el nombre de su propio club en Viena.
Luego de la disolución del grupo, integró Weather Update de fugaz existencia y Zawinl’s Syndicate, un proyecto musical que tuvo quizá la misma duración que Weather Report, y en el que Joe dio rienda suelta a todas sus influencias y divulgó el jazz panglobal con músicos de diversas generaciones.
Criticó siempre el conservadurismo en el género y propició los descubrimientos e interrelaciones, como en el que puede ser su último disco Brown Street, grabado en su club y bajo su sello, en el que toca con la big band de la WDR y una sección rítmica formada por Victor Bailey y Alex Acuña, entre otros.
Joe Zawinul siempre practicó con el ejemplo y efectivamente: “Nació el 11 de septiembre del 2007 para el tiempo eterno”, como dijo su hijo Erich, cuando Joe murió.
Discografía selecta: Mercy mercy mercy (Capitol, 66), In a Silent Way, Bitches Brew (Columbia, 69), Zawinul (Atlantic,70), Weather Report (Columbia,71), Sweetnighther (Columbia,73), Brown Street (Birdjam, 05)